Deber o deseo, que viene primero?

¿Qué es el deber, qué podría haber que se supone que debes hacer?

Según quién, ¿quién es el que decide qué se supone que debes hacer?

¿Tus padres?

¿Un sistema arbitrario de reglas impuestas y creadas por otras personas?

¿La cultura en la que naciste?

Ninguno de ellos puede decidir lo que haces.

Sólo tú puedes hacerlo.

A mi modo de ver, siempre debes hacer lo que tú mismo quieres hacer. Tienes un tiempo limitado para pasar en tu vida, así que no tiene sentido desperdiciarlo haciendo cosas que preferirías no hacer.

Dicho esto, debe reconocer que no hacer lo que se supone que debe hacer, de acuerdo con las personas, las normas o la cultura, podría tener consecuencias negativas.

No hacer lo que tus padres quieren cuando crezcas podría hacer que te castiguen o incluso que te echen de su casa.

Romper la ley podría hacer que el gobierno tome dinero de usted o lo encierre.

Ignorar las normas de su cultura podría dejarlo ridiculizado o condenado al ostracismo.

Lo que sea que quieras hacer, cualquier decisión que tomes tendrá consecuencias.

Si crees que las consecuencias negativas superarán a las positivas, entonces no lo hagas.

Si crees que las consecuencias positivas superarán a las negativas, entonces hazlo.

En resumen, vive para ti y haz lo que creas que será lo mejor.

ज्ञान jnan (conocimiento) desireा ‘ichchaa’ deseo y कृती kriti (deber) es el orden. Normalmente obtenemos la información de algo que deseamos y finalmente hacemos algunos esfuerzos para lograrlo.

No hay absolutamente ninguna respuesta correcta a la pregunta. En algunos casos, el corazón hará lo que hará, independientemente de su responsabilidad. Generalmente hay alguna recompensa emocional por seguir el corazón de uno; si esa recompensa supera o no cualquier consecuencia, puede tener que determinarse después.

Honrar el deber de uno cuando va en contra del deseo del corazón puede parecer lo más responsable, pero también puede tener un inconveniente si tiene un costo demasiado alto.

Seguiré a mi corazón si no causa daño a los demás y mejora mi propia condición. Por otro lado, si mi placer llega con la pérdida de otro, no lo perseguiré.

Haré lo responsable si es necesario y es en beneficio mío y de los demás. Si mi deber es causar daño, a mí mismo oa otros, lo rechazaré.