A menudo son las compañías más grandes las que tienen la peor reputación. A medida que la empresa crece, cada vez es más difícil para ellos atender de manera importante las necesidades de cada cliente.
Las compañías más pequeñas e independientes no pueden permitirse la misma complacencia que las marcas de renombre, por lo que trabajan más arduamente para brindar un mejor soporte al cliente, un alojamiento más confiable y garantizar una seguridad más estricta.
Es exactamente por eso que las grandes empresas corporativas deben ser evitadas. Cuanto más grandes son, más se ve su nombre en todas partes. Esto no se reduce a la calidad, sino simplemente al marketing de afiliación.
Las empresas propiedad de EIG deben evitarse especialmente. Se ganan la vida degradando los servicios al cliente y ajustando sus gastos para obtener más beneficios que los clientes satisfechos.
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Siempre revisa las opiniones de los clientes; aunque son anecdóticos, brindarán una valiosa información sobre los problemas persistentes dentro de esa compañía. Curiosamente, las empresas de alojamiento más grandes a menudo tienen las puntuaciones más bajas! Las razones son bastante obvias.