¿Cómo pueden las industrias estadounidenses de música, cine y televisión salir de las “rutinas” colectivas en las que están?

En pocas palabras, los modelos de negocios han cambiado, el respaldo financiero se ha fragmentado y no hay suficiente madera detrás de las puntas de flecha más prometedoras. Si piensas en la historia del cine, los talentos de producción y dirección más influyentes (gente como Thalberg, HItchcock, John Ford, Spielberg, Kubrick, Lucas y Polanski) lograron mezclar lo popular con lo artístico y encontrar el respaldo que necesitaban durante una época en que las películas de largometraje seguían siendo una novedad relativa y la economía era favorable para los altos márgenes de la industria. Los estudios e independientes tenían los medios para asumir riesgos, y algunos tenían la pasión y el capital para invertir bien. El resultado fue una expansión masiva.

De manera similar, la música estadounidense tuvo artistas como Louis Armstrong, Duke Ellington, Ray Charles, Elvis Presley, Bob Dylan, y Lennon y McCartney que atrajeron a la audiencia principal, así como a productores visionarios como John Hammond y Ahmet Ertegun, en un momento en que la música grabada era una novedad. La inversión estaba en su apogeo, y la demografía reflejó un auge en la juventud después de dos guerras mundiales.

Para que los medios de entretenimiento vuelvan a prosperar, la visión, el talento y la visión para los negocios y el potencial deben combinarse durante un tiempo en que Estados Unidos está en expansión en lugar de en declive. Podría imaginar nuevos medios ayudando a llenar el vacío, pero esos otros factores que mencioné también tendrían que materializarse. Claramente hay muchas personas talentosas en cada una de estas industrias hoy en día, pero no están en el centro, sino en la periferia, de la actividad.

Las industrias aumentan y disminuyen. El hecho de que Occidente esté sufriendo de una población que envejece y tenga grandes déficits gubernamentales no está ayudando.