El bien y el mal son conceptos relativos, subjetivos para las personas que los determinan por sí mismos. Nosotros, como sociedad, como civilización, hemos construido una cultura de moralidad mayoritaria basada en nuestros acuerdos y compromisos con las marcas de derechos y errores de los demás.
Ahora, en cuanto a la reproducción … la mayoría de los humanos tienen una necesidad natural y biológica de intimar con partes de la anatomía de los demás y, a veces, tiene el resultado no deseado de reproducir a un humano. Puede ser un proceso tan consciente como accidental.
Todos tenemos nuestras propias razones para tener hijos. Algunas son simplemente compulsiones primarias, acaloradas, que no tienen que pensar ni planear más allá de un momento de realización física. O pueden ser deliberados, incluso egoístas, como el seguro de tener a alguien a quien usted ha educado para que lo represente y cuide de usted cuando no pueda hacerlo por sí mismo, o como una pasta conveniente para un matrimonio fallido.
Y algunos solo lo hacen en nombre del amor, o de la expectativa. Para su pareja, para su futuro hijo, para sus padres, su familia, su religión, su cultura … La lista es todo el tiempo que pueda pensar.
- Si la humanidad fuera sometida a juicio por una raza avanzada de alienígenas, ¿cómo defenderías a la humanidad y argumentarías para que continúe existiendo?
- ¿Por qué es que la similitud en el ADN da evidencia de un ancestro común en los humanos, a pesar de que la pequeña diferencia porcentual en el ADN de los chimpancés es la razón por la cual los animales tienen diferentes formas y mecanismos de ADN para los humanos?
- ¿Crees que los humanos alguna vez necesitarán encontrar otro planeta para vivir?
- ¿Cómo ha llegado el nivel de reemplazo de la tasa de fertilidad total a 2.1?
- ¿Es la humanidad más moral que el mismo Dios abrahámico?
No necesitamos hacer nada, mucho menos crear una nueva persona. Es la forma en que nos hicieron, en nuestros genes, nuestro diseño. Somos productos que producen un producto que son productos que producen sus productos …
Como una máquina, casi, pero no tanto.
Por lo que he aprendido acerca de la mayoría de nosotros, tememos una existencia sin tener otra que nos entienda. Compartimos nuestras vidas con otros para completar todas las partes de nosotros mismos con las que no nos sentimos completos. Los niños son tanto subproducto como conclusión de ello.
Malvado o no, simplemente lo hacemos . En ese sentido, somos más amorales que malos, como los animales. Es un ciclo no siempre con propósito, pero no siempre sin él, porque a diferencia de otros animales con y sin sensibilidad, somos los animales más inteligentes de todos. Somos capaces de negar nuestros instintos más básicos incluso a costa de nuestra propia supervivencia. Así como otras especies tienen un ciclo de vida, nosotros también. Se perpetúa por nuestro libre albedrío, nuestra capacidad de elección. Se termina igual si decidimos hacerlo.
Pero no todos lo haremos porque somos individuos. Somos diferentes y dispares los unos de los otros. Mientras todos seamos diferentes, “buenos” o “malos” como podamos ser, continuaremos prosperando. La mayoría de nosotros vamos a seguir.
La reproducción de un ser humano es una condición y consecuencia de nuestras biologías.