- Ser llamado barato cuando trato de conseguir una venta en tiendas minoristas;
- Escuchando, “Rezo por su alma y la de su familia que experimentará la gracia salvadora de Jesús” repetidamente durante todo el año por parte de cristianos “bien intencionados” que parecen existir en cada oficina pública, en cada salón de clases, en cada tienda de comestibles, etc. .;
- Ser acusado de traición porque apoyo la existencia de Israel como una nación soberana, legalmente establecida;
- Preguntándome si soy un “judío como judío, quiero decir que no crees en Jesús?”;
- Tener misioneros de Judíos para Jesús me apunta a mercadotecnia, compasión insidiosa y seriedad que se convierte en amenazas llenas de odio cuando no estoy de acuerdo;
- Tener que soportar la confusión total de parte de los padres en la escuela de mi hija cuando declino cortésmente ser parte de un grupo de oración guiado por cristianos evangélicos;
- Mi hija estaba asustada cuando alguien pintó una esvástica en nuestro Shul durante los Altos Días Santos;
- Preguntándome si voy a “Jemete abajo”, cuando menciono que estoy comprando un auto;
… Podría seguir y seguir. Todo puede hacer que me sienta cansado y agotado de alegría.
¿Preferiría no ser judío? De ninguna manera, nunca, no cómo. ¿Sería la vida más fácil si yo no fuera judío? No lo sé, y no importa porque todos nosotros tenemos luchas y yo soportando mis luchas no me hace más justo que nadie, son míos por una razón y esa razón es entre yo y Di-s. La belleza, la alegría, el amor, el apoyo, la conexión y la gente de mi tribu, con la que he tenido el honor y el privilegio de compartir este espacio físico, hacen que todas esas molestias que mencioné anteriormente se conviertan en pequeñas manchas de suciedad que despejo de mi corazon.