” Si alguien no es lo que otros quieren que sean, los demás se enojan. Todos parecen tener una idea clara de cómo otras personas deben llevar sus vidas, pero ninguna sobre la suya “.
– Paulo Coelho, El Alquimista.
Esta cita resume a la perfección lo que generalmente se deriva de debates mal realizados: no escuchar y aferrarse demasiado a la opinión de uno como a la propia vida.
La clave entonces es escuchar. Para considerar la perspectiva de la otra persona . No significa someterse a dicha perspectiva ya que no necesita adherirse a un juicio para entenderlo. Solo tiene que prestar atención a lo que la persona tiene que decir al respecto. Haga una pizarra temporal de su mente, trate de olvidar qué tan profundamente toma su opinión como verdad. Desafíelo sin dejarlo ir por completo, solo déjelo a un lado para escuchar lo que la persona piensa. Por encima de todo: ser paciente.
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Una cosa necesaria en cualquier debate es, obviamente, que la persona que se encuentra frente a usted presenta argumentos en la conversación, o de lo contrario el debate es simple. No hay eficiencia en absoluto en las declaraciones en negrita. Ahora, una vez que los argumentos de ambos lados están sobre la mesa, el proceso se vuelve más difícil, pero aún es factible: debe ver cómo los argumentos de la persona encajan en su comprensión del tema y, finalmente, su opinión sobre su opinión aumentará. a su opinión una vez más . Suena sospechoso, pero después de todo, todo se reduce a ti. Somos seres fundamentalmente individuales en el sentido de que tenemos un cerebro y tenemos que decidir en qué dirección tomarlo.
Entonces, al final, si la persona ha traído nuevos datos objetivos a su comprensión, entonces ha sido desafiado para mejor. Si han traído solo declaraciones subjetivas y sus argumentos una vez más están a tu criterio personal, entonces es el misterio de la vida: tienes que reflexionar sobre todo, estar de acuerdo o en desacuerdo, ver cómo sus argumentos golpean o no golpean a un acorde en ti. Lo que importa es que al escuchar e intercambiar, solo hay ganancia.
Abrir tu mente a nuevas ideas es difícil, especialmente si tus propias ideas ya tienen raíces profundas en ellas. Pero en general, si las personas nunca cambiaran de opinión, no habría progreso, tanto individualmente como globalmente. El progreso social, por ejemplo, proviene de personas que se sientan e intercambian ideas con un esfuerzo de ser empático (generalmente).
Conclusión: lo que funciona mejor es escuchar y relacionarse con los demás, diseccionar argumentos con respeto y paciencia mutuos. No tienes nada demasiado suelto en desafiarte a ti mismo. Sólo cosas para ganar.