Veo dos formas de responder a esta pregunta … como un dios omnisciente y como un dios todopoderoso. Dios es, por supuesto, omnisciente y todopoderoso, pero como se nos ha concedido el don divino del libre albedrío, el bit todopoderoso realmente no entra en juego aquí, ¿verdad?
Así que, desde el punto de vista de todos los que saben, somos una granja de hormigas, y él es el niño emocionado que pone un montón de arena y hormigas en una caja de vidrio para ver qué hacemos. A medida que aprendemos cómo comunicarnos y cooperar, desarrollamos estructuras complejas tanto de forma organizativa como física, tal como lo harían las hormigas. Algunos de nosotros somos más efectivos en nuestras diversas misiones que otros, y los líderes naturales nacen del grupo.
Nuestro sistema prospera, hasta cierto punto. Ese es el punto en el que nuestro hábitat ya no es compatible con el crecimiento de nuestra población y, en ese caso, podría suceder una de dos cosas. O bien reducimos nuestra reproducción, o nos extinguimos como especie.
La única vez que el niño se enoja con sus hormigas es cuando todas mueren y ya no tiene su emocionante proyecto para jugar. Sospecho que Dios sentiría lo mismo si no sobreviviéramos como especie, y todo lo demás simplemente lo fascinaría (o a ella).
- ¿Por qué nos permitimos ser categorizados por raza cuando solo hay raza humana?
- ¿Cómo modifican los seres humanos un entorno natural?
- ¿Por qué no hemos eliminado las especies de mosquitos?
- ¿Cómo ha mejorado o empeorado la interacción entre hombres y mujeres desde la antigüedad? (Primera documentación de la historia humana)
- ¿Qué tan diferentes son las maderas modernas en Europa y Asia de aquellos 1000 años atrás?
Lo sorprendente de los humanos, sin embargo, es que estamos en la cúspide de encontrar la opción oculta “C”. Población extraterrestre. Imagínese si las hormigas que contenía en su pequeña caja de vidrio descubrieron una forma de hacerse cargo de toda su habitación. Tu madre puede estar enojada, pero esos pequeños insectos resistentes encontraron una manera de sobrevivir más allá de los límites del hábitat que les proporcionaste.
Si bien creo que Dios estaría orgulloso de nosotros por nuestros avances científicos que nos llevaron a escapar de la bola azul en la que nos pegó hace tanto tiempo, esperemos que no tengamos una lata de incursión cuando la colonización interplanetaria se convierta en una cosa.