Primero, los humanos son animales. Eso es un hecho simple. Los seres humanos están impresionados con ellos mismos debido a la naturaleza de sus habilidades cognitivas, pero su importancia personal no significa nada en términos de su taxonomía. En términos de biología, realmente no son tan especiales.
En segundo lugar, la evolución no es una escalera que las especies suben para llegar desde la celda única hasta algún pináculo de la perfección o la complejidad. La evolución es simplemente un nombre para los cambios en las especies a lo largo del tiempo, ya que están influenciados por su entorno y entre ellos. No hay juicios de valor en esto. Un gusano no es “más evolucionado” que una bacteria, simplemente es más complejo. Y no hay una regla para decir que las cosas deben ir de menos complejas a más complejas. Es por eso que los peces cueva pierden sus ojos. Los rasgos que no son necesarios pueden perderse, en la evolución, incluso si son más complejos.
Y, finalmente, tenemos este vasto registro de fósiles, en nítidas capas de la Tierra que revelan qué formas de vida existían y cuándo. Y muestran la progresión evolutiva de nuestra propia especie en muchos detalles, de hecho. Sabemos de dónde venimos y cuándo.