Claramente se debe a la falta de claridad del pensamiento. Mientras ejercitamos opciones, estaremos firmemente unidos a los objetos, opciones y totalmente separados del centro de la conciencia. Por lo tanto, seremos mucho más resultados, orientados a la fruta que a la acción. Aquí, me gustaría llamar su atención sobre los versículos 62 y 63 de Bhagavad Geeta Ch.II. Morando en medio de objetos sensoriales, desarrollamos el apego hacia ellos. Este apego resulta en deseo. El deseo insatisfecho conduce a la ira, lo que da lugar al encaprichamiento. Esto de nuevo abre paso a la confusión de la memoria y, en consecuencia, a la pérdida de la facultad de razonamiento. Cuando el razonamiento falla a una persona, es su completa ruina.
Por el contrario, cuando nos separamos de los objetos de los sentidos y nos unimos con la Conciencia Suprema, estaremos orientados hacia la acción y no hacia los resultados. Estaremos libres de emociones negativas como la ira, los celos, la codicia, etc. Así, nuestras acciones estarán libres de cualquier tipo de inhibiciones y terminarán en el éxito.