La energía y la materia no están vivas. La energía y la materia dentro de nosotros persisten después de que morimos, pero todas las células dejan de mantenerse a sí mismas y a sus relaciones y se descomponen, y todos los nutrientes constituyentes están disponibles para que las bacterias y los insectos y animales los consuman. Metabolizan la energía almacenada en nuestros carbohidratos y grasas y reconstruyen nuestras proteínas en células propias. Finalmente, la energía se libera como calor y se metaboliza en dióxido de carbono, agua, minerales y otros productos de descomposición. Al menos puedes ser un árbol o un panda rojo o un colibrí si tienes suerte.
Me gusta pensar en nuestra conciencia / humanidad como una propiedad emergente, una sinfonía interpretada por billones de células nerviosas en el cerebro. Cuando las células dejan de comunicarse lo suficientemente bien, usted está ausente (como durante la anestesia o el paro cardíaco). Cuando las células mueren, te vas para siempre (a excepción de los niños, las contribuciones y las bolsas de plástico que dejaste).