Recuerdo que tenía un bebé de pocos meses de edad, lloraba en el suelo, mis hermanos a mi alrededor y mi madre me levantaban, me colocaban en su hombro y me sacaban de la habitación. Tengo un recuerdo muy claro de sentirme contra ella y su cabello en mi cara. Siempre me ha encantado el tacto y el olor del cabello de mi madre.
También recuerdo que tenía unos dos años y que me pidieran que dejara mi chupete (dummy) y que lo colocara en un lugar acordado y luego me sentara en el regazo de mi madre y tratara de estar tranquilo sin eso. Ella me consoló con su presencia.
También recuerdo que el sarampión alemán y mi amigo (que acababan de recuperarse de la misma enfermedad) vinieron a jugar conmigo. Recuerdo que estaba recostado en el sofá un poco agotado y que me daban lucozade y cómics para leer mientras descansaba. Recuerdo que la televisión estaba rota, así que no podía verla, y el hombre vino a arreglarla. Entonces podría ver la televisión 🙂
Creo que es posible que los bebés formen recuerdos, especialmente recuerdos de comodidades y olores, y también recuerdos traumáticos. En su mayoría, el cerebro decide qué es importante y qué no se aleja selectivamente de la corteza prefrontal aquellos viejos recuerdos en favor de los más nuevos e importantes.