Me gustaría presentar una historia.
El Primer Ministro de la Dinastía Tang fue un héroe nacional por su éxito como estadista y líder militar. Pero a pesar de su fama, poder y riqueza, se consideraba un humilde y devoto budista. A menudo visitaba a su maestro Zen favorito para estudiar con él, y parecían llevarse muy bien. El hecho de que él era primer ministro aparentemente no tuvo ningún efecto en su relación, que parecía ser simplemente uno de un maestro venerado y un estudiante respetuoso.
Un día, durante su visita habitual, el Primer Ministro le preguntó al maestro: “Su reverencia, ¿qué es el egoísmo según el budismo?”
El rostro del maestro se puso rojo, y con un tono de voz muy condescendiente e insultante, respondió: “¿¡Qué clase de pregunta estúpida es esa !?”
- ¿Qué harás si sabes que este es tu último día?
- ¿Cuánto tiempo debemos esperar por el correcto en nuestras vidas y cómo saber quién es el indicado?
- Si todas las personas hablaran el mismo idioma en el mundo, ¿cómo cambiarían las cosas en nuestras vidas?
- Si la vida tuviera una pantalla de carga, ¿qué diría la sección de consejos?
- ¿Cómo debo organizar mis pensamientos y ser único en el mundo de abundante información y presión social?
Esta inesperada respuesta conmocionó tanto al Primer Ministro que se entristeció y se enfureció. El maestro Zen luego sonrió y dijo: “Esto, Su Excelencia, es el egoísmo”.
Una persona sin ego está libre de la propiedad, el dinero, el deseo, etc.
Una persona, libre de ego, es la más feliz y la más satisfecha. Tal estado lo mantiene alejado de la preocupación.