El respeto.
Respetar el arte, la ciencia, las matemáticas, la economía y todo lo que nos rodea, muchas almas han pasado años y años creando y descubriendo las razones que se encuentran detrás de ellas, hoy día definen, simplifican nuestra vida y añaden alegrías y colores al mundo que vemos y enseñamos. ¿Cómo podemos innovar, saltar y hacer aún mejor?
Respete no solo a los ancianos, sino también a los más pequeños, a los perros y gatos, a otros animales y aves, a todo tipo de fauna y flora. Respeta todo, ya sea animado o inanimado. Te presenta un sinfín de razones para abrazar tu vida, y ser agradecido y gratificado por lo que ves, tocas, sientes, sientes o hueles.
Respeta cada afirmación que te critique. Estos pueden ser disidentes que generan dudas sobre sus ideas, pensamientos y formas de vida o promotores que cuestionan sus intenciones y habilidades para mejorar su vida. Respete cada una de esas declaraciones, ya que le brinda una gran oportunidad de mirar hacia adentro, analizarse a sí mismo y, lo que es más importante, le brinda una razón para hacerlo mejor que su forma actual.
- ¿Está muerto el estado perfecto?
- ¿Es correcto satisfacernos pensando que ‘todo sucede por una buena razón’?
- ¿Qué religión es la correcta?
- ¿Cuáles son los mejores libros sobre la felicidad que no hacen referencia a la religión?
- ¿Cuál es la mejor manera de vivir libre?
Respetar la ley y el orden. Son para nuestro propio bien común. Porque pueden protegernos a nosotros y a los demás solo hasta que tengan un significado y una comprensión para las personas como nosotros. Si no respetamos y practicamos una ley, pronto se convierte en solo una escritura en un pedazo de papel. Entonces, ¿qué nos protegería y garantizaría nuestro bien?
Respetar el tiempo. Este es el más importante, ya que cada vez que lo das por sentado, te mostrará que ahora debes desperdiciarlo o algo por lo que se debe dar. Y, muchas veces, la forma en que el tiempo enseña esas lecciones es completamente dolorosa, mordaz y muy difícil de manejar. Entonces, viva el momento de ahora, aproveche el tiempo y valore cada segundo que tenga como una mercancía de valor incalculable. Porque es una mercancía con una gran demanda pero con una oferta muy limitada.
Saludos,
Shilanjan