¿Escogemos nuestra identidad? Nuestras pasiones? Nuestros talentos?
¿Qué pasa con nuestras circunstancias?
Considera una opción que realmente impactó tu vida; ¿Dónde exactamente entró en juego la fuerza de voluntad o la preferencia?
Retroceda lo suficiente y creo que todos estaremos de acuerdo en que no se elige nada sin motivo. Todas las opciones son entre opciones, y esas opciones se experimentan como fuerzas, motivación, razón …
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No elegí al azar beber agua ahora mismo. Fuerzas como la sed, el gusto, el impulso de trabajo, el conocimiento de la salud e incluso el clima, todo se improvisó hasta que una determinada opción resultó más convincente.
En ese sentido, la elección se reduce al reconocimiento y la perspectiva.
Matrix Guy dice: “El universo toca su sinfonía caótica, y todo lo que puedes hacer es seguir una melodía o dos”.
Son todas esas fuerzas interactivas, cambiantes y evolutivas que conforman la sinfonía caótica que escuchamos. Seguir una melodía significa reconocer y tener la perspectiva de optar por algo bueno o beneficioso.
¿Cómo puedes saber lo que es bueno o beneficioso?
Esa podría ser una larga discusión, pero en realidad se trata de valores. Como escribe Ken, “Estamos más tranquilos cuando se nos permite perseguir nuestros valores en nuestros esfuerzos personales y profesionales”.
En términos generales: nuestros valores son las características que esperamos incorporar (los valores que tenemos) y los bienes que esperamos producir o proporcionar al mundo (los valores que aportamos).
Me gusta cómo Rena dice: “La vida es un proceso de creación. No es un proceso de descubrir quién eres para ser “.
En este mundo de decisiones entre fuerzas, quién eres nunca se fija o decide en última instancia. Cada fuerza en competencia representa la lucha o el viaje único de un valor específico, algo bueno que quiere existir más (a través de usted) frente a la oposición y la competencia.
La combinación de todos esos viajes individuales que se desarrollan e interactúan en el tiempo (como decisiones) es útil para reconocer, pero no para sobre-analizar. De hecho, tratar de comprender todas las fuerzas antes de decidir puede ser un lugar fácil de ocultar; También es lo que lleva a las crisis de identidad.
Realmente, los valores son simples. La mejor opción en un momento dado suele ser obvia. Y a medida que ganamos perspectiva en la vida, esas mejores elecciones se vuelven imposibles de ignorar o seguir postergando.
Así que la sinfonía de la vida continúa. Aprendamos a escuchar lo suficientemente claro como para reconocer el valioso papel que podemos desempeñar para hacer que la sinfonía sea aún más bella.