A lo largo de la historia, se ha mentido, engañado, engañado, manipulado, usado y abusado de personas para beneficio de otras personas.
¿Cómo? Al creer que merecen un trato especial. Que su país es mejor que el de alguien más. Que su raza es superior. Que su compañía sea moralmente mejor que otra. Que Dios está con ellos, y no con otras personas.
L’Oreal tiene esto en su publicidad. “Porque lo mereces”. ¿Cómo pueden saber que mereces un tratamiento de belleza increíblemente caro? ¿Has ayudado a los pobres? ¿Has visitado personas enfermas? ¿Has ayudado a una anciana a cruzar la calle? ¿Qué posibilidad tiene L’Oreal de identificar que usted, el comprador anónimo, “merece” lucir más hermoso? ¿Te piden que completes un cuestionario antes de venderte sus productos de belleza? No tiene sentido. Pero la gente lo cree. Y entregar su dinero para demostrar que lo creen.
Las personas inteligentes han notado que nosotros, las personas, somos fácilmente engañados al decirnos que somos especiales y que merecemos un tratamiento especial. Pero en realidad nunca nos dicen que estamos pagando caro por ese privilegio, y que en realidad no vemos el beneficio de ello.
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¿Cuál es la lección que debes aprender de esto? Que tu verdadero enemigo está dentro de ti, y es tu ego, la parte de ti que dice que eres especial, que mereces más, que tienes más legitimidad moral que otras personas. Eso es lo que nos dice la historia. Contrólate, antes de que otras personas lo hagan por ti.
Hay una excelente cita sobre esto de Lao Tzu: “El que obtiene una victoria sobre los demás es fuerte, pero el que obtiene una victoria sobre sí mismo es todo poderoso”.