Creo que voy a otorgar esta estatuilla a Dennis Hopper (1936–2010), cuya carrera cinematográfica se extendió por más de medio siglo e incluyó algunas de las películas más influyentes que se hayan hecho.
Hopper no era tanto un actor talentoso como un “autor” poco convencional, que cultivaba una reputación como uno de los “chicos malos” de Hollywood.
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Después de una carrera temprana como piloto en programas de televisión occidentales y dramas hospitalarios, su primer papel en una película fue en Johnny Guitar (1954), al que le siguieron rápidamente papeles en Rebel Without a Cause (1955) y Giant (1956). Naturalmente, Hopper era un amigo íntimo de James Dean y se sintió afligido por su temprana muerte en ese accidente automovilístico de 1955.
Extrañamente, retrató a un joven Napoleón en The Story of Mankind (1957), con estrellas estelares, y apareció en westerns seminales como True Grit (1969) y Hang ‘Em High (1968).
Pero es mejor recordado por su papel como el motero humbido, Billy, en Easy Rider (1969), la película que produjo y dirigió, y eso cambió Hollywood. Pero las sustancias fueron un poco en su cabeza, por lo que su próximo esfuerzo como director, The Last Movie (1971), fue un fracaso total.
Aún así, regresó a la actuación en una serie de películas muy influyentes de finales de los 70 y los 80: la primera epopeya de la Guerra de Vietnam de Coppola, Apocalypse Now (1979), luego su propia Out of the Blue (1980), seguida por el soberbio Rumble Fish (1983), el indiferente The Osterman Weekend (1983), y como un desquiciado traficante de drogas en River’s Edge (1986).
Estos allanaron el camino para otra de sus representaciones definitorias, la del muy temible Frank Booth en Blue Velvet (1986), que define el género de David Lynch.
No se detuvo ahí: Hopper había regresado como director en la polémica película Colors (1988), y tuvo un maravilloso cameo en True Romance (1993), mientras el villano espeluznante se llevaba a Keanu Reeves y Sandra Bullock a dar una vuelta en Speed. (1994) y como un señor de la guerra en la parte superior / bajo el mar en Waterworld (1995). Se mantuvo ocupado durante los años 90 y en el siglo XXI con actuaciones en The Night We Called a a Day (2003), The Keeper (2004) y Land of the Dead (2005).
Y todo esto de muchos que también fue un hábil fotógrafo y pintor, un hombre del Renacimiento de Hollywood.