- Un lado del conflicto no puede destruir un número suficiente de armas nucleares del oponente para que un ataque de represalia sea aceptable. La disuasión requiere la posibilidad de causar un daño inaceptable al oponente, que se logra mediante la capacidad de un ataque nuclear en represalia. Los países están preparados para los riesgos de la guerra si la posible derrota traerá un daño limitado, esto se aplica a las guerras convencionales. Pero los estados que están armados con armas nucleares comenzarían una guerra sabiendo que sus consecuencias pueden ser ilimitadas. En el caso de una guerra nuclear, ningún país puede estar seguro de su resultado: supervivencia o destrucción completa. Por lo tanto, los actores son disuadidos por la perspectiva de un daño grave y la incapacidad de limitarlo.
- los errores de cálculo conducen a la guerra, por lo que los grandes poderes deben evaluar su propio poder contra los demás. Un estado se convierte en una gran potencia debido a la combinación exitosa de sus características políticas, sociales, económicas, militares y geográficas, que se organizan de una manera más efectiva que en otros países. Es el cálculo y la construcción correctos de la estrategia que reúne los resultados y los medios para lograrlo. Los actores no están listos para perseguir grandes riesgos por el bien de los pequeños beneficios. Aunque la guerra sigue siendo posible, el precio de la victoria se vuelve demasiado alto al enfrentar un ataque nuclear en represalia, lo que obliga a los estados a comportarse con más cuidado.
- Las posibles pérdidas en una guerra nuclear son mayores que los posibles beneficios, la guerra se vuelve menos probable. Las armas nucleares hacen que el precio de la guerra sea demasiado alto, lo que desmotiva a los estados para encender cualquier conflicto que pueda llevar al uso de esta arma. La efectiva doctrina de la implementación de armas nucleares hace posible lograr el “ideal defensivo-disuasorio”, condiciones que reducen la posibilidad de una guerra al aumentar su precio. Por lo tanto, la probabilidad de guerra disminuye mientras aumentan las capacidades de disuasión y defensa. En el mundo nuclear, un estado ataca solo si cree en el éxito garantizado. Cuando ataca a un oponente con armas nucleares, el agresor debe estar seguro de que no habrá represalias. Es importante tener en cuenta que la voluntad de la parte atacada puede ser más fuerte que la voluntad del iniciador del conflicto. La incertidumbre en la respuesta del oponente es todo lo que necesitas para la disuasión.
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