Bueno, muchas personas están viviendo así. Sin tener ninguna razón real, propósito, objetivo, visión, sabiduría, empatía, motivo, resolución o empuje.
El juego comienza cuando realmente te das cuenta de tu valor y propósito para trabajar. Aquí viene la verdadera motivación. Razón para vivir, razón para ganar, razón para no solo sobrevivir sino también disfrutar.
Y cuando tu propósito vive contigo, encuentras todas las razones posibles para vivir una vida hermosa y magnífica.
Los que no tienen ninguna razón para vivir viven para ganar dinero y simpatía como un parásito y siempre dependen de los demás.
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Solo están aquí para pagar las facturas y están felices y satisfechos viviendo de esa manera, a diferencia de aquellos que tienen razones para crear oportunidades para sí mismos y vivir una vida más grande de lo que jamás hayan pensado.
Aquellos que se sienten incómodos con su situación actual son los que tendrán el propósito de hacer que otros simplemente vivan y paguen las facturas.
¡¡Entonces, cuál eres!!