Me gusta la gente que:
Primero no hagas daño. Las personas deben tomar una posición neutral, pero compasiva y amable al tratar con alguien. Recuerda que tus expectativas y tus prejuicios son tuyos, y recuerda tu humanidad.
Manten una mente abierta. Todo el mundo es un individuo. Escucha, acepta, y no juzgues tan severamente. Las personas pueden estar equivocadas, las personas pueden tener razón y las personas pueden cometer errores. Tú también eres una persona. Trate de no aplicar el sesgo cognitivo que tiende a influir en el pensamiento humano.
Para y piensa. Antes de hacer algo, tenga el autocontrol y el sentido común para contar hasta diez veces las veces que sea necesario antes de hacer algo. Incluso en una situación de emergencia, una decisión de una fracción de segundo se basa en sopesar lo que debe hacerse de manera subconsciente. Lo menos que puede hacer es aplicar el tiempo que tiene a una buena consideración, antes de hablar o actuar.
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Mi punto es:
Todos tenemos experiencias únicas, pero compartimos el mismo mundo. Como no estamos solos, debemos aprender a vivir con los demás. Debido a que no podemos entender completamente a nadie más que a nosotros mismos, no debemos juzgar a los demás. Más bien, debemos aceptar que todos enfrentamos el desafío de vivir y crecer, y honrar la variedad en la experiencia humana. Basados en nuestras propias experiencias, podemos profundizar en nuestras almas e intentar convertirnos en mejores personas. A medida que comenzamos a entendernos a nosotros mismos, las partes de nosotros que son inherentes al ser humano y lo que nos hace únicos a nosotros mismos, podemos comenzar a compartir nuestras experiencias con los demás. Al compartir, podemos recibir apoyo y aliento, y también dar nuestro apoyo y aliento a los demás. Podemos tratar de guiar suavemente a los demás hacia la comprensión de sí mismos y, al mismo tiempo, aprender aún más sobre nosotros mismos.
No podemos saberlo todo, no podemos ser perfectos y no podemos vivir para siempre, pero al menos podemos pasar nuestras vidas dando lo mejor de nosotros en cada momento, escuchando y aprendiendo con seriedad de nosotros mismos y de los demás.
La vida está llena de enseñanza y aprendizaje. Algunas personas hablan pero no enseñan, y otras escuchan, pero no aprenden. Solo funciona si eres un estudiante receptivo, eterno, y un paciente, maestro eterno, en tu entrega.