Estoy completamente en desacuerdo contigo en este caso.
Las guerras, los crímenes o, como usted dice, el mal causado en el mundo pueden o no atribuirse a la religión. Algunas personas dirán que la religión no tiene nada que ver con el mal, es la humanidad la que tiene la culpa. Otros dirán que la religión le da a la gente un ímpetu, un pequeño empujón, requerido para cruzar la línea y cometer crímenes. Yo diría que en algunos casos la religión puede ser culpable, mientras que en otros no tiene la culpa. Esta es una discusión interesante, pero dejémosla para otro día.
Hoy vamos a discutir la ciencia. Usted dice que la ciencia ha causado el mal. Que las armas creadas por los científicos han provocado el mal. Siento disentir. Estas armas de alta tecnología le han dado a la humanidad otro medio para difundir el mal o, más bien, cometer crímenes y librar guerras. Si lo que dijiste era cierto, entonces, antes de que se inventaran las armas y las bombas, no debería haber guerras ni crímenes ni maldad. Pero desgraciadamente ese no es el caso. Luchamos con espadas, luchamos con piedras, luchamos con las manos desnudas. Como las armas y las bombas no estaban a la mano, la gente fue quemada, apedreada, golpeada hasta la muerte. Con el advenimiento de la tecnología solo los medios cambiaron, el fin no lo hizo. En cierto modo, todo el armamento avanzado ha reducido, más bien ha impedido que se produzcan guerras. Después de la Segunda Guerra Mundial, la gente teme las repercusiones, el daño colateral causado en las guerras. Los países no van a la guerra por el temor a los ataques nucleares y el daño generalizado causado por ella. La humanidad no es tan noble como nos gusta pensar. La moral no es suficiente para mantenernos bajo control, se requiere temor. Este miedo es provisto por nuestras modernas armas de alta tecnología. Por eso creo que no se puede culpar a la ciencia por el mal, es toda nuestra culpa.
Aunque irónicamente, la religión en estos días trata de expulsar de nosotros este miedo, el miedo a la muerte. Prometiéndonos un gran regalo en el mundo más allá de este mortal. Esto a veces lleva a los crímenes y al terrorismo que vemos en el mundo de hoy. Tampoco puedo recordar las guerras antes de que existiera la religión. Pero bueno, no podemos culpar a la religión porque también es una creación de nuestras mentes, un producto de nuestra imaginación que trata de justificar nuestras acciones.