Una vez hubo un Dios que tuvo el máximo poder de poder crear cualquier cosa. Este dios, este ser todopoderoso, vivió en un estado constante de felicidad, ya que la vida era puramente una decisión y cualquier idea era una posibilidad de experiencia.
Este dios experimentó muchas cosas. Cosas que son inimaginables a nuestras formas limitadas de pensar y en un momento de alegría, el dios tuvo una idea que sería una experiencia como ninguna otra.
Este dios, que era completamente ilimitado, tuvo una idea de lo que sucedió así; “¿Cómo se sentiría estar limitado, no ser dios?” ¿Cómo sería no ser dios? Bueno, esto era, por extraño que parezca, lo único que era imposible. Dios era Dios sin importar qué, y así la idea formó una serie de eventos, en los cuales el dios se desempeñaría, para lograr esta noción imposible.
Primero: Dios requería de otros dioses con los cuales interactuar.
Segundo: Dios actuó una especie de juego con estos otros dioses y la obra fue así.
- ¿Es tu vida significativa, por qué?
- Tengo casi 15 años, y soy estudiante de secundaria. ¿Qué lamentas no haber hecho a mi edad en la vida / educación?
- ¿Qué cosas deberían estar en tu auto pero no son y qué no deberían ser pero son?
- ¿Qué cosa puedo aprender ahora mismo sobre una tecnología que usamos en la vida cotidiana?
- ¿Cuándo dejaste de ser un tonto y perseguías lo que querías en la vida?
“Quiero lo que tienes, voy a fingir que soy incapaz de darme lo que quiero y pensaré que solo tú puedes darme lo que quiero”
Ahora la siguiente parte de esta obra sigue así:
“Ahora te culpo por quitarme mi poder”
Siguiente:
“Te odio por existir porque es tu culpa que esté limitado”
Y después:
“Voy a destruirte y recuperar mi poder”
Puedes ver a dónde iría esto, el dios se perdió en la obra y, finalmente, olvidó que de todos modos se lo habían inventado todo.
Para los próximos milenios, Dios jugó en este mundo olvidado donde se volvió muy doloroso y cada vez más limitado con cada vida que vivían.
Dios experimentó el odio, la muerte, el miedo, el dolor, la desdicha, la depresión y muchas otras emociones maravillosas que antes era imposible experimentar antes de que se imaginara la idea original de no ser Dios.
Finalmente, Dios decidió que era hora de despertarse y recordar que todo era un acto. Para hacerlo, Dios había empezado a responsabilizarse de todo lo que sucedía en la vida. Por todo el dolor, todo el odio y el miedo, y una vez más, recuerde que cada experiencia fue elegida por la idea milagrosa de saber lo que se siente al no ser Dios.