Porque el mundo en el que vivimos está lleno de injusticia y avaricia, y los ricos y poderosos toman lo que quieren sin temor de que alguien se interponga en su camino. La ficción nos ofrece una alternativa: una manera de vivir en un mundo que es mejor que aquel en el que realmente pasamos nuestras vidas, incluso si es solo por el tiempo que lo estamos experimentando. Cuando un cuento de ficción termina mal, con gente malvada y gente buena que ha sido lastimada o asesinada, refuerza la impotencia y la impotencia que experimentamos en nuestras vidas cotidianas y nos recuerda las cosas que deseamos que no formen parte de nuestras vidas cotidianas. vivir. Además, las personas quieren sentir que hay formas en que las personas buenas pueden ganar contra probabilidades imposibles. La esperanza y el optimismo son rasgos de supervivencia, porque si sientes que no hay forma de ganar, ¿por qué seguir intentando? Las narraciones ficticias con finales positivos dan esperanza a las personas, y eso nunca es algo malo.
En cuanto a por qué hacer que los personajes con brújulas morales viles sean simpáticos, enojarán o molestarán a las personas Porque cuando los creadores retratan el mal bajo una luz favorable, da un guiño implícito de aprobación a las acciones que deben ser condenadas. Cuando reduce el sufrimiento humano en un juego u otra ficción a algo buscado o ignorado por un personaje visto positivamente, le da a las personas en el mundo real una licencia subconsciente para participar en esa actividad.