Cómo resolver un problema, dándome cuenta de que lo único que importa es la suerte.

Primero debes definir en detalle qué crees que es la suerte. ¿Puedes ser un estudiante de grado A únicamente basado en la suerte? ¿O podrías volar un avión sin entrenamiento basado en la suerte?

Tenemos un mundo que no es tan simple, hay muchas cosas trabajando simultáneamente. Digamos que está en un negocio, entonces puede estar seguro de que la suerte jugará un papel en su éxito. Supongamos que abriera una tienda de alquiler de cassettes VHS justo cuando la televisión por cable, Internet y CD aparecieron en el horizonte, entonces tuvo “mala suerte”. No había nada que pudieras hacer para cambiar el negocio. Digamos que en esta misma situación hiciste mucho trabajo duro y creaste una lista de clientes leales. Ahora, esta buena voluntad se puede utilizar para iniciar otros negocios que pueden aprovechar su experiencia. Entonces, incluso con mala suerte, su arduo trabajo tiene algunos dividendos.

Todas las grandes historias de éxito se basan en muchos fracasos. Si te tomas el tiempo para estudiar la vida allí, notarás que cada fracaso fue un trampolín. Aquí es donde aprendes y acumulas sabiduría y conocimiento.

Otro enfoque es hacer todo lo posible, si la suerte es un fenómeno aleatorio, entonces sus posibilidades aumentan con el número de intentos que realiza. Digamos que quieres una cita para esta fiesta del sábado por la noche. Pregunte a 10 socios potenciales y las posibilidades de que uno diga sí aumentarán. Si solo le preguntas a uno, solo tienes un 50% de posibilidades.

En resumen, te contaré una historia de África. En la madrugada hay un león que se despierta y se da cuenta de que hoy, si no atrapa a la Gacela más lenta, morirá. Esa misma mañana, una Gacela se da cuenta de que si no supera al León más rápido, morirá. Entonces, la moraleja de la historia es que no importa si eres un León o una Gacela por la mañana, comienza a correr o tu suerte se acabará 🙂