Esto sonará dolorosamente obvio, pero desearía haber entendido lo difícil que sería.
La gente a menudo usa la metáfora de “es un maratón, no un sprint” para describir cómo debe abordar el equilibrio trabajo / vida en la escuela de posgrado, pero la metáfora del maratón es quizás más adecuada de una manera diferente. Cuando escucho a los futuros estudiantes graduados hablar sobre investigación, hay un tono melancólico: están interesados en empujar las fronteras de la ciencia, descubrir cosas nuevas, crear algo nuevo. Es emocionante, es noble y es poderoso de una manera elemental.
La investigación es todas esas cosas en un grado muy pequeño, pero hablar de eso en esos términos es como mirar un maratón y sentirse impresionado por la gente que pasa corriendo. Otra cosa es estar en la milla 22, viviendo en un cuerpo que ha estado corriendo durante horas seguidas, escuchando crujir tus rodillas, sintiéndote desesperado y cansado e inseguro de por qué querías hacer esto en primer lugar. Es doloroso de una manera que no tiene sentido para la mayoría de las personas que no lo han pasado.
Al final lo logré, pero tengo el mayor respeto por las personas que se dieron cuenta de que no era el camino correcto para ellos. Tampoco estoy seguro de que la escuela de posgrado fuera una buena decisión para mí, pero a un nivel muy básico, desearía haberme dado cuenta antes de que era normal luchar y pedir ayuda.
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