Me considero que tengo una memoria algo notable. Las desventajas son pocas, pero significativas.
- No puedo, por mi vida, olvidar las malas experiencias, pase lo que pase. Parece atenerse a la memoria en detalles gráficos, una de las razones por las que trato de evitar estar en lugares o mirar cosas que pueden ser dolorosas de ver, y para mí, aún más dolorosas cuando esas imágenes aparecen en la mente, más adelante. Punto, con casi tanto detalle.
- Tiendo a recordar las conversaciones con gran detalle, sobre cómo alguien habló, no solo las palabras exactas que uno usa. De vez en cuando, entro en discusión con personas que, o bien olvidan de forma genuina las cosas que dijeron, o actúan como si fueran olvidadas. Entro en la trampa de citar detalles, cuáles fueron sus palabras exactas, cuál era la situación, quiénes más estaban en la sala, cómo terminamos en esa discusión, etc. La gente no lo toma en la luz positiva, e incluso me han acusado de haberlo inventado, con gran detalle, acorralarlo, pero es solo mi memoria (y la ingenuidad para mencionarlo).
- No es un efecto secundario particularmente malo, pero termino recordando muchas tonterías también – cosas que no tienen ningún significado para mí o para nadie – recordar cosas que no tienen ninguna consecuencia en absoluto – simplemente se convierte en una carga, pero es realmente inofensivo, a menos que pertenezcan a la categoría (1) anterior. Es una de esas cosas que te hacen sentir que tienes un talento inútil, recordando todo en todas partes. (Descargo de responsabilidad: aunque no tanto, cuando un recuerdo que pensaste que era inútil, llega a tu rescate, en un momento posterior).
- Hubo un período de tiempo en mi vida cuando estuve enfermo y pasado eso, olvidé muchas cosas, desde antes de ese tiempo. Me causó una gran ansiedad, estaba preocupado por perder la razón por eso, pero en los últimos años lo he superado (me digo que no se perdió nada significativo).