¿Conoces esa creencia que tienes? Ya sabes, esa? Bueno, tienes toda la razón al respecto.
Ahora que lo pienso, casualmente, resulta que tienes razón con respecto a casi todas las opiniones que tienes, incluso las cosas en las que no has puesto mucho esfuerzo en comprender de verdad. Ahora no es eso curioso? Resulta que tienes todas las opiniones correctas sobre política, incluso si no has estudiado política. Resulta que estás en el partido político correcto, porque, como todos los miembros de tu feed de Facebook saben, el otro partido político no está compuesto de nadie más que de locos, ¿no? Cada creencia que tiene en este momento es más importante que las creencias de los demás (a menos que los otros estén de acuerdo con usted) y la evidencia objetiva.
Wow, realmente tienes suerte de tener tanta razón en todo!
Así que arruina el pensamiento crítico. Tu intuición y emociones son todo lo que importa. No debe preocuparse por si esa ideología política que posee es razonable o no. No debe volver a evaluar si algunas de sus creencias religiosas específicas son correctas o no. Lo único que importa es que vayas con lo que siempre has pensado, porque después de todo, pensar es más difícil que no pensar.
- ¿Debemos clonar especies humanas extintas de vuelta a la vida?
- Estoy perdiendo la fe en los humanos. Mi deseo de ayudarlos en tiempos de necesidad está disminuyendo. ¿Debería preocuparme por mi falta de cuidado por ellos?
- ¿La prueba de cómo se creó el universo lo calificaría como la persona más inteligente en la historia de la humanidad?
- ¿Cómo les iría psicológicamente a los sobrevivientes si el cincuenta por ciento de la raza humana explotara simultáneamente como granadas de fragmentación?
- Si seguimos la teoría de la evolución de que los seres humanos eran simios más que los simios de la próxima generación, ¿serán nuevos humanos?
Este tipo de cosmovisión, una cosmovisión plagada de sesgos de confirmación, es uno de los grandes delirios.
A los seres humanos nos encanta pensar siempre que tenemos razón, por lo que es común que las personas se nieguen a escuchar las opiniones de los demás, ocultando las opiniones que los hacen sentir incómodos. El sesgo de confirmación ha tenido un efecto desastroso en nuestro mundo.
Para contrarrestar el sesgo de confirmación, debemos estar expuestos a las opiniones de los demás (una de las formas más efectivas de hacerlo es a través de la lectura de libros que atacan su posición). Debemos recordar constantemente usar la lógica, no la emoción, para llegar a una conclusión. La emoción tiene su lugar en la vida, pero la evaluación de la evidencia no debe ser un procedimiento emocional. Siempre recuerda que puedes estar equivocado, e incluso si tienes razón, ¿cuál es el punto de estar en lo correcto si no tienes ninguna evidencia de ello? Otra persona puede tener una posición incorrecta sobre el mismo tema y aún así ser más razonable que usted, porque al menos la otra persona sabe por qué cree lo que cree y lo ha pensado, mientras que usted, por otro lado, no lo ha hecho.
“El primer principio es que no debes engañarte a ti mismo, y eres la persona más fácil de engañar”. —Richard Feynman