Hiciste dos preguntas. ¿La tecnología reemplaza los empleos en el gobierno? Y, ¿hay una reducción resultante en el gasto? El gobierno generalmente se involucra en actividades que son relativamente intensas en mano de obra pero no centradas en la producción como las líneas de ensamblaje en fábricas. Por lo tanto, la introducción de la tecnología puede reducir el nivel de personal, pero no al grado que se encontraría en la industria. Piense en las barandillas de seguridad de la carretera donde un contratista que instala millas de barandas obtiene un beneficio considerable de la mejora del equipo de manejo de materiales que se puede configurar y operar por un día o días completos, en comparación con las cuadrillas de carreteras públicas que reparan las barandillas dañadas en accidentes de vehículos. Similar para reparaciones de sistemas de alcantarillado y agua versus la instalación de esos sistemas. Otros servicios, como las inspecciones de salud para restaurantes o las inspecciones de seguridad contra incendios, pueden hacerse más eficientes gracias a la automatización del mantenimiento de registros, pero aún requieren mucha mano de obra. En cuanto a la generación de ahorros que a veces suceden, pero en general las demandas de cualquier servicio gubernamental en particular siempre excederán el recurso disponible debido a la forma en que se desarrollan los presupuestos gubernamentales con múltiples niveles de evaluación, cada uno de los cuales está dirigido a minimizar los gastos. Los gastos de capital para comprar tecnología siempre reciben una revisión adicional con un análisis de los ahorros de mano de obra que se anticiparán con los posibles recortes en el presupuesto laboral si se aprueba la tecnología. Sin embargo, la revisión puede tomar la decisión de que se debe aprobar la tecnología porque permitirá que se aborde un nivel de servicio inadecuado reconocido y, si se aprueba, es probable que haya un aumento en los criterios de rendimiento para aquellos que proponen la tecnología.
En los negocios, cuando se implementa una tecnología y los resultados son menores a los anticipados, las preguntas que se hacen están frecuentemente relacionadas con cómo lograr el resultado deseado. En el gobierno, cuando los resultados no se logran, la pregunta se enfoca con frecuencia en quién tiene la culpa, de modo que la aptitud de gestión se puede demostrar mediante un castigo. Esa atmósfera desalienta un poco la innovación tecnológica, especialmente cuando el proceso de aprobación del presupuesto para la innovación puede tardar hasta tres años desde su inicio.