Todos conocemos personas que son inspiradoras.
- Sé un buen ejemplo. La gente ve lo que haces más que lo que dices. Ser alguien digno de emular.
- Preocuparse por los demás. A la gente no le importa cuánto sabes hasta que saben cuánto te importa. Hacer preguntas. Toma un interés genuino en las personas.
- Ánimo. Todos pasan por tiempos difíciles. Cuando apoya a las personas y las alienta en estos momentos, las inspirará para que vean lo mejor de sí mismas y de la situación.
- Déjate inspirar a ti mismo. Busque personas, ideas, entornos y conocimientos que encuentre inspiradores y motivadores.
- Comparte desde tu propia experiencia. Tienes más para compartir de lo que te das cuenta. Extraiga las ricas experiencias de su vida y comparta su sabiduría desde su punto de vista único. Usted puede ser el único que puede tocar a alguien con su mensaje inspirador.
- Ser vulnerable Esté dispuesto a compartir sus fracasos, así como sus éxitos. Otros se relacionarán con usted. Ellos entenderán que no son los únicos con desafíos.
- Cuenta historias. Los hechos cuentan y las historias se venden. Ellos también inspiran. Aprendemos mejor de las parábolas y todos necesitamos desarrollar nuestras propias historias inspiradoras.
- Sé un buen comunicador. Aumentar su capacidad de comunicarse efectivamente es un elemento crítico para que usted inspire a otros. Mira cómo hablas y lo que dices. Invierte en tus habilidades de comunicación.
- Desafía a la gente. Muchos de nosotros hemos tenido maestros que a veces parecían más atormentadores que mentores. Nos desafiaron a hacer nuestro mejor esfuerzo, y fuimos mejores por eso. Practica la “carestía”: la confrontación cuidadosa y cuidadosa de los demás.
- Leer. Puede no seguir que todos los lectores son líderes, pero ciertamente todos los líderes son lectores. Mantente informado. Comparte lo que lees con los demás. Cuéntale a la gente sobre los libros que te han inspirado. Comparte el conocimiento.