Mi moralidad no está, en mi opinión, arbitrariamente definida. Se deriva de suponer que todos los demás humanos tienen tanto valor intrínseco y, por lo tanto, todos los derechos que pido por mí mismo también debo otorgarles.
A partir de este principio básico y simple, a veces puede ser complejo desarrollar la acción correcta en cualquier situación. Sin embargo, eso no es un problema de la moralidad subyacente, sino de comprender qué quieren las personas diferentes, qué compensaciones está dispuesta a hacer cada individuo.
Uno puede, por supuesto, reducir muchas situaciones comunes a estereotipos simples. “No matarás” es un ejemplo. Admirable, la mayor parte del tiempo. Pero la mayoría de la gente otorgaría excepciones, por ejemplo, defensa propia.
Las escrituras tienden a tener una lista de tales estereotipos. Y aquellos que dicen seguirlos creen que pueden cubrir cualquier situación. Estoy en desacuerdo. Son una primera aproximación muy útil. Pero uno debe verificar los estereotipos para ver que aún se ajusten al mundo actual, y también en casos particulares que sean apropiados. Uno siempre debe estar dispuesto a justificar el estereotipo desde los primeros principios, no solo decir “está escrito”.