Todavía Alice me cambió. Sí, hablamos de Alzheimer, y demencia, …
Pero dos cosas en esa película me golpearon y me golpearon duro:
– La gente no sabe qué les está sucediendo, cuándo les está sucediendo.
– No se vuelven así, de la noche a la mañana.
- ¿Qué tipo de problemas diarios te encuentras en tu vida que quieres resolver?
- ¿Cuál fue ese incidente que te hizo pensar que ‘Sí, he crecido’?
- ¿Qué es lo peor que alguien te ha dicho sobre ti?
- Cómo tomar una decisión acertada y fructífera para mi vida con el seguimiento de situaciones actuales
- ¿Es esta una vida suficiente para vivir o crees que deberíamos tener una segunda oportunidad / vida?
Esto tiene un par de implicaciones serias que requieren un cambio en el comportamiento y la perspectiva de quienes los rodean:
– No puedes hablar para hacerlos mejores, ayudarlos. Te presentarán el Día de la Marmota, y necesitas la paciencia para repasar las cosas una vez más. Esto es realmente difícil de tener en cuenta para la mayoría de los demás, ya que estamos en el modo de resolución de problemas constante, y “hecho” significa “listo, ¿siguiente?”. Con tales víctimas, “hecho” significa “hecho, hasta la próxima vez”.
– están sufriendo una disminución gradual – un día no recibes un memo que diga “No puedo recordar nada de lo que hice ayer”. Verá carteles una vez al mes, dos veces al mes, una vez a la semana, dos veces a la semana y no a intervalos regulares. Lo que significa que es posible que no detecte su condición u olvide su condición y, por lo tanto, no los trate con la paciencia y la comprensión que merecen.
Estamos acostumbrados a ayudar a las personas a crecer y mejorar. Digamos que tomamos un bebé recién nacido, y durante los años siguientes tenemos la paciencia y la crianza para enseñarles cosas y arreglar sus problemas … porque algún día crecerán. No estamos conectados a esta etapa final, donde ahora tenemos tiempo y paciencia para ayudar a las personas a “empeorar” hasta que, en algunos casos, están indefensas e irreconocibles. Y no te reconocerán. No estamos preparados para esperar un fracaso, cero al final de nuestros mejores esfuerzos. Pero lo que se espera y lo que necesitan es más o menos eso: nuestra búsqueda de los raros e impredecibles momentos de lucidez que hacen que su existencia sea significativa y valiosa. Reflejando respeto y gratitud por cuando nos ayudaron cuando estábamos indefensos, ya que no podíamos subir por las escaleras o deshacernos de nuestro pañal sucio, o decir nuestro nombre, o regresar a nuestra casa cuando nos preguntábamos afuera.
Hay muchas películas que merecen ser vistas que cambian la vida. Martes con Morrie, Inside Job, Great Debaters, Fog of War, … pero “Still Alice” gana las manos para mí.