Encontrar la inspiración para avanzar y tener éxito es de suma importancia. La motivación es la clave del éxito, ya que sin ella no puedes esperar conducirte a donde quieres ir. En cuanto a motivarte a ti mismo, hay dos tipos básicos que debes distinguir. Existe la motivación extrínseca y la intrínseca. ¿Cuál de ellos es mejor? ¿Hay diferencias vitales o son básicamente lo mismo?
Motivación extrínseca vs. intrínseca
La motivación extrínseca es lo que recibes en forma de recompensa externa, en respuesta a tus acciones. Echemos un vistazo a algunos ejemplos, ¿de acuerdo? Puedes estudiar mucho para sobresalir en un examen y ser admitido en la universidad que elijas. Además, puedes entrenar todos los días para ganar una medalla en los Juegos Olímpicos. Estos son factores externos, que llevan a la motivación.
Del mismo modo, podría poner un poco de esfuerzo para evitar consecuencias negativas. En este caso, no tiene como objetivo lograr algo a través de su comportamiento. En cambio, tu objetivo es prevenir o evitar algo. Por ejemplo, puedes estar tranquilo y sentarte en tu habitación, para no irritar a tus padres y ser reprendido por tu comportamiento.
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Por otro lado, la motivación intrínseca no implica ninguna recompensa externa. Depende de usted encontrar su impulso interno y sentirse bien con algo, sin ningún otro beneficio. Si modifica un poco los ejemplos mencionados anteriormente, puede estudiar porque disfruta de lo que lee o puede entrenar todos los días simplemente porque disfruta correr y dedicarse a los deportes.
¿Cuál es mejor?