Depende de la audiencia y de la cantidad de detalles que necesite transmitir. No siempre sabemos quién es nuestra audiencia y qué nivel de detalle se requiere. Es muy fácil sobrecargar y abrumar en lugar de apuntar.
Una mejor respuesta es usar ambos según sea necesario. Algunas personas necesitan obtener respuestas rápidas como en un manual de instrucciones o reparación, por lo que las imágenes están bien. Un video es más adecuado para la capacitación general, pero no se presta a preguntas específicas para seguir adelante. En la mayoría de los casos, no desea que la gente vea videos en un entorno de cubículo abierto.
Las fotos son más versátiles y permiten mayor precisión y claridad para imágenes complejas. Tampoco necesita más almacenamiento que los videos pueden requerir.
El propósito es siempre comunicarse. Así como no esperamos que todos hablen inglés, debemos recordar que la comunicación visual tiene más de un idioma para que siempre podamos hablar y ser comprendidos.