He tenido la suerte de haber tenido muchos maestros increíbles, especialmente en el curso de mi licenciatura.
Randy Pausch en una de sus conferencias dijo: “El mejor regalo que un educador puede hacer [es] hacer que alguien se vuelva auto-reflexivo”
Los maestros que hicieron esto por mí cambiaron mi vida. En lugar de vivirlo de forma pasiva como lo había hecho antes, comencé a evaluar todo: la calidad de mi vida, amigos, metas, etc. Y a través del acto de reflexión (ilustrado a continuación) comencé a realizar muchos de los cambios que siempre tuve. quería.
- ¿Qué es lo más importante que nos hace felices?
- ¿Cuál es tu mayor pérdida en la vida?
- ¿En qué momento / momento de tu vida te diste cuenta / descubriste que eras mucho más ético de lo que te imaginas?
- ¿Qué aprendiste ‘de la manera difícil’?
- ¿Qué es lo peor que has hecho de lo que estás orgulloso?
El efecto más poderoso de la reflexión fue ayudarme a comprender que mejorar mi vida estaba bajo mi control . Así que leí los libros. Escuché las charlas inspiradoras. Mentores consultados.
¿El resultado? La auto reflexión coherente me ayudó a alcanzar objetivos profesionales, a hacer amistades sólidas, a mejorar las relaciones, a elevar mi felicidad y, lo mejor de todo, a convertirme en la mejor versión de mí mismo al desarrollar activamente las cualidades que siempre había admirado en los demás.