Mi papa.
Cuando crecía en Filipinas, soñaba con ser arquitecto. Recuerdo que me contó cómo cada vez que había asignaciones o proyectos en sus clases de dibujo y diseño, comenzaba a trabajar en ellos de inmediato por pura emoción. Uno de los proyectos consistió en crear una casa modelo. Él hizo todo lo posible. Hizo una casa con garaje y hasta la conectó para que hubiera iluminación adecuada en todas las habitaciones. Su profesor quedó tan impresionado con su trabajo que le dijo que estaba exento del resto del curso. Más tarde, mi padre se mudó a los Estados Unidos para vivir con su padre y desde allí comenzó a cumplir su sueño. Él era un estudiante de tiempo completo mientras asistía a una universidad de la ciudad. Uno de sus profesores vio talento en él y le ofreció un trabajo en su firma de arquitectura. Desde allí, mi padre siguió tratando de equilibrar el trabajo con la escuela mientras trataba de mejorar cada vez más sus habilidades como futuro arquitecto.
Luego conoció a mi madre durante un viaje de regreso a Filipinas y después de que se casaron, llegué. No me mudé a los Estados Unidos con mis padres de inmediato. Me dejaron con mi tía y mi tío durante unos años porque mis padres querían que creciera en un hogar decente y no en un apartamento lleno de gente con otras tres parejas, también tratando de ahorrar y conseguir trabajo. Después de 2 años, mis padres trabajadores ahorraron suficiente dinero para comprar una casa. En ese proceso, mi padre había renunciado gradualmente a tratar de ser arquitecto. Su enfoque cambió a ganar suficiente dinero para mantenernos, y para mí, reunirme con ellos lo antes posible. Desde entonces, mi padre tenía una posición inicial para un negocio de construcción que hacía papel tapiz y pintura para edificios comerciales. Desde esa posición, fue ascendido a estimador, gerente de proyecto, y cuando llegó el momento, terminó asociándose con uno de sus compañeros de trabajo desde hace mucho tiempo para comprar el negocio cuando estaba en riesgo de ser cerrado.
Creo que mi padre nunca se imaginó que estaría donde está ahora, especialmente porque nunca terminó la universidad y no tuvo ningún apoyo financiero de sus padres cuando se mudó a los Estados Unidos. Me dijo que haberme invitado. mi madre y, más tarde, mi hermana menor, fueron las principales fuerzas impulsoras para que él continuara trabajando duro. Renunció a la vida potencial que quería para sí mismo para dedicarme a brindarme la mejor vida que pudiera darme para poder cumplir mis sueños.