Vivimos en un mundo de recursos finitos, pero es un gran finito que la mayoría de las personas no entiende intuitivamente. El crecimiento NO es continuo: la proporción de la historia cuando el crecimiento económico ha sido notable es una pequeña partícula de la historia incluso humana; la proporción cuando ese crecimiento ha superado el crecimiento de la población (de modo que es un crecimiento per cápita) es incluso menor (en su mayoría se limita a los últimos trescientos años). Además, la cantidad de tiempo durante el cual podría seguir creciendo a una tasa global del 3% antes de que nos encontremos con limitaciones de recursos (en espacio, agua, energía) es asombrosamente larga, especialmente teniendo en cuenta la innovación. No hay razón para que nuestro uso de la energía solar no pueda expandirse en el espacio, así como nuestro uso de metales y minerales.
Creo que la forma en que se ve nuestra civilización tiene mucho más que ver con los sistemas que hemos diseñado para asignar esos recursos entre diferentes grupos de personas que la forma exacta en que se encuentran los recursos.