“Todas las cosas pasan por una razón” es cierto, pero no prueba que Dios exista. Esta declaración solo prueba que las leyes de la física de Newton se aplican. La materia se conserva. La energía no es creada ni destruida, solo cambia de forma. Los unicornios azules no aparecen espontáneamente, las personas no brotan al azar alas y vuelan, y las leyes de la física se mantienen intactas. Sin embargo, para citar a Arthur C. Clarke: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.
Nietzsche, un ateo, también creyó que todo sucedió por una razón. Consideraba que la materia en el universo era finita, y el espacio también. Que junto con todo lo que sucede por una razón, es decir, un átomo a choca con el átomo b causando la reacción c. Habría solo un número finito de estados en los que podría estar el universo y después de un tiempo, incluso si esto es un eones, el estado se repetiría a sí mismo por la eternidad. Por lo tanto, concluyó, cada acto se repetiría para siempre durante toda la eternidad. Lo que llevó a su moralidad de cada acto debería ser lo mejor que puedes hacer, ya que se jugará infinitamente.