¿La meditación suprime algo o es un escape de una crisis de la vida?

¡¡Ninguno!!

Considere una situación hipotética en la que se encuentra en una isla que tiene suficientes recursos para que una persona sobreviva (comida, refugio, etc.).

Ahora, existen dos islas más a cada lado de la tuya. Una isla contiene oro, dinero y todo lo que una persona desea en la vida. La otra isla es árida, llena de dolor y agonía.

Tienes un bote. Te embarcaste en ese bote hacia la isla que contiene todos los tesoros. Pero el problema es que el agua fluye hacia la isla estéril. Entonces empiezas a preocuparte de que te empujen hacia la isla árida, y ahora comienzas a remar más rápido hacia la isla que contiene tesoros. Y sigues remando así toda tu vida y no llegas a ningún lado.

Lo mismo es con nuestra vida. Podemos elegir permanecer en nuestra isla muy felices y con contenido. Pero la tentación del mundo material se apodera de nuestra mente y nos hace pensar que la vida está destinada a correr de una cosa a otra. Y al mismo tiempo seguimos preocupándonos por las peores cosas que han sucedido o pueden suceder en el futuro. Toda nuestra vida pasa de esta manera y mientras estamos en el lecho de muerte, nos damos cuenta de que podríamos habernos quedado en esa isla con paz y tranquilidad y NUNCA había necesidad de tomar ese bote.

La meditación hace lo mismo. Nos hace darnos cuenta de que no necesitamos correr hacia los objetos materiales de este mundo que nunca nos satisfacen. Y también que no debemos preocuparnos por todos los obstáculos que puedan ocurrir, ya que son solo ilusiones.

Entonces, sigue tranquilamente tu isla y serás feliz cuando estés en la cama de la muerte.