¿Puede la materia estar viva?

La ciencia divide el mundo en orgánico e inorgánico, lo vivo y lo no vivo. Y leímos un tiempo antes de que hubiera vida en la Tierra, y luego una proliferación de teorías para explicar cómo evolucionó la vida a partir de una matriz material definida como sin vida. En esta concepción, nuestra mente presenta un escenario curioso en el que la Madre Tierra es una forma sin vida y, sin embargo, da nacimiento a la vida. En esta imagen dualista, la vida surgió misteriosamente de la falta de vida.

Los pensadores metafísicos a menudo afirman, de varias maneras, que “la vida es una” o “todas las cosas son una” o simplemente “todo es uno”. aparte de y aparte del uno? ¿O significan que la vida orgánica y la materia no viviente son algo más que “vida” y que el espíritu o alma, aparte de esto, es la vida? Si les tomamos la palabra, todo es una vida, aunque esté bien disfrazada en formas orgánicas e inorgánicas.

El curioso concepto de “vida desde la falta de vida” es menos misterioso si complementamos las definiciones biológicas más estrechas de la vida con una definición más amplia y unitaria. Es decir, que todo es vida: un átomo está vivo, un humano está vivo y una estrella está viva, y el “big bang” o la “gran floración” es una acción viva. La vida es movimiento, y en la evolución, el movimiento se vuelve menos inconsciente y más consciente. La “falta de vida” aparente no es “materia muerta” sino solo vida latente. ¿Hay entonces vida en otras partes del universo? Se deduce que no hay nada más que vida en el universo. Además, parecería mezquino, si no desperdiciaría espacio, que la divinidad evocaría una pequeña burbuja de vida orgánica alrededor del planeta Tierra y dejaría al resto del universo en un estado muerto. Probablemente, la divinidad es mucho más lujosa.