¿Por qué se considera a Terrence Malick como uno de los mejores directores de todos los tiempos?

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Es lo que Malick hace con la cámara y el cine en sí lo que lo convierte en un gran cineasta.

El grado de control sobre las elecciones tomadas y el hecho de que Malick ha pensado en la película que quiere hacer tan completamente que lo que nosotros, el público que vemos, vemos en la pantalla, está a un paso de lo que Malick vio en su propia mente.

Otro aspecto del control y pensamiento de Malick sobre el cine que crea es el esfuerzo realizado para capturar momentos subconscientes y entretejerlos en la narrativa. Estas escenas pueden no estar directamente relacionadas con la trama general, pero son importantes para la sustancia del personaje. En Badlands hay una breve escena en la que Holly (Sissy Spacek) mira por la ventana hacia la calle por la noche mientras espera que Martin Sheen regrese por ella. Nosotros, la audiencia, no sabemos por qué Malick interrumpe esta escena, ya que no tiene relación directa con la trama, ya que sabemos que Holly está esperando. Pero la escena es importante para la película, ya que muestra que Holly está, de muchas maneras, aislada debido a la naturaleza protectora de su padre. Mirar por la ventana hacia la calle es un momento muy simple y subconsciente que Holly está experimentando. Escenas como estas aumentan la profundidad de quién es Holly sin el uso de palabras. Lo interesante es que Malick solo muestra los momentos subconscientes de Holly y no de Kit, ya que la película es la historia de Holly y le pertenece a ella.

La mayor marca registrada de Malick como director es permitir que el espectador acceda a la imaginación de los personajes. No se da ninguna indicación de que estas escenas estén ocurriendo en el ojo de la mente y en la imaginación del personaje mientras Malick ve esos momentos que ocurren simultáneamente en la acción en la pantalla. La acción no tiene que detenerse para que se incluya una escena así y Malick entiende que la mente del espectador tiene la capacidad de realizar una transición fluida de un lado a otro.

Un gran director es uno, diría yo, que busca informar, así como entretener a su audiencia y usar la cámara para mostrarle a la audiencia una manera de ver el mundo de una manera diferente a la suya. Malick logra esto y no pide nada a cambio aparte de que el espectador aprecie lo que ha visto.