Hay muchos estudios empíricos que muestran que la globalización se ha asociado con mejoras en las condiciones ambientales, por ejemplo, en China. Sin embargo, una declaración general es difícil de hacer.
Creo que las empresas que se expanden a otras geografías no pueden darse el lujo de ser realmente relajadas con respecto a los estándares ambientales (solo porque las regulaciones pueden ser más indulgentes), ya que la globalización exitosa para ellos requeriría estandarización y eficiencia (ya sea energética o de otro tipo). Eso significaría la misma tecnología, procesos y forma de trabajar que en el país de origen.
Además, los problemas medioambientales no se limitan únicamente a la contaminación del aire y similares, sino también al acceso al agua potable y las condiciones de vida. En muchos casos, el ingreso de las personas y, junto con ello, su acceso a un entorno de vida más saludable mejora su condición. Además, también tenemos que ver si las personas que trabajan en malas condiciones serían aún peores sin empleo.
Por lo tanto, en muchos casos, el sufrimiento puede ser muchas veces más, si esos productos no son compatibles. Pero, una vez más, todo lo anterior es contextual y específico de la ubicación y los problemas “causados” por la expansión de las industrias allí.