¿Alguna vez has querido algo tanto que parecía una locura quererlo después de un tiempo? ¿Alguna vez has querido algo tanto que sentiste que no deberías quererlo y no lo mereces?

Sí, y te diré lo que es.

Hace algún tiempo, estaba jugando a Los Sims 3 cuando ya cumplía los objetivos de vida de dos simuladores casados, uno del juego y otro de mi propia creación.

Mi siguiente objetivo era llegar a la tercera o cuarta generación de mi familia, aunque ya había hecho inmortales a los dos Sims originales. Llegué a la segunda generación cuando el juego se congeló durante unos 10 minutos cada vez, cada vez que ordenaba a uno de mis sims que hiciera algo.

Lo que era extraño era que, aunque sabía que era irracional, no podía abandonar en ese momento porque abandonar el juego me haría sentir mal. Y ahí fue cuando una actualización ‘necesaria’ para mi computadora era más de lo que esperaba.

La parte demencial: superé un día en sim de todos los días de la vida real.

La parte no merecedora: estar constantemente en una computadora alimentada con combustibles fósiles significaba que probablemente tenía una mayor huella de carbono que la mayoría, bueno, gente …

Bueno, el Buda dijo: Si quieres algo, sufres. Y es verdad. Y también dijo, si no quieres nada, no sufres.

Discutí esto con mis pacientes casi todos los días.

¡Oh, definitivamente sí! A veces me estremezco cuando me encuentro con esto en mis pensamientos. Mi terapeuta me dice que me diga repetidamente que debo aceptar que lo que siento es lo que siento y que no puedo hacer nada al respecto y que no tengo nada que decir al respecto. Algo así como evitar que me sienta completamente loco, pero a veces discuto conmigo mismo acerca de mi cordura sobre este deseo. Incluso me convencí a mí misma de que estaba alucinando cuando vi a alguien a quien quería ver. Suena estúpido, pero definitivamente puedo decir que tengo un corazón loco. Aunque no me rio de eso. A veces sonrío.