Es como preguntar ‘es mejor naranja que manzanas’. Es una opinión subjetiva si la vida pasada fue mejor o no. El avance en ciencia y tecnología ha superado la estimación humana y también ha aumentado la esperanza de vida. Imagina decirle a un hombre de las cavernas que podrá hablar con el tipo que se encuentra a miles de kilómetros de él. Él lo consideraría imposible. Pero ahora es la realidad y es posible.
Imagine decirle a alguien en los 60 que podría ver la foto de su hijo lejos de ellos. Lo considerarían imposible. Así que el avance en la ciencia y las tecnologías han contribuido a una mejor forma de vida.
Sin embargo, la interacción social y la reunión se ha sustituido por grupos de Whatsapp y chats de Facebook. Por lo tanto, es posible que hayamos aumentado la “cantidad” de vida, pero sin duda hemos degradado la “calidad” de vida. El pasado se ha ido y el futuro no está determinado. Lo que importa es ahora. Cómo conservamos la tierra para nuestras generaciones futuras. No hemos heredado nuestra tierra de nuestros antepasados. Lo hemos prestado de nuestros hijos.