Sonará un cliché, pero el verdadero secreto es tener confianza en tu propio yo divertido.
Como comediante, verás el mundo de una manera diferente a todos los demás. Usted ve cuán ridículas son las personas y cuán terribles son algunas personas. Desde aquí, crea chistes y comparte esos chistes con la gente y, con suerte, se ríe de ellos. Este es el proceso fundamental detrás de la comedia. Es solo que comparte sus ideas para ayudar a las personas a ver el mundo desde su propia perspectiva única. Un buen comediante es un maestro de este proceso.
Si está buscando consejos generales, le recomendaría que se grabe para ver si es un comunicador eficaz. Aquí hay algunos consejos generales:
1. ¿Está dando demasiada exposición antes de contar una historia divertida? Al hacer esto, pierdes la audiencia muy rápidamente. Piensa en la audiencia como un grupo de chiflados y tus bromas son su solución. Si no cuenta chistes mientras cuenta su larga historia, se pondrán furiosos y enojados, y lo abuchearán incluso antes de que llegue a la línea del golpe.
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2. ¿Estás usando un montón de “ums” y “ahs”? Esto es un signo de falta de confianza y la audiencia lo captará. Todos se ponen nerviosos cuando están en el escenario. Necesitas enmascararlo y recuerda que, como mínimo, al menos tienes las pelotas para subir al escenario e ir por ellas. Algo que la mayoría de la gente nunca hará.
3. Si te dejan mareado, NUNCA te enojes. Es lo peor que puedes hacer. A menos que sea parte del acto, NUNCA se enoje. La audiencia vino aquí para reírse y no ser gritada por algún imbécil. Trata con el heckler con las reapariciones habituales. Si estás en una situación en la que el intruso dijo algo gracioso y realmente ingenioso, ríete junto con todos los demás. Si no puede encontrar una buena espalda, levante las manos y diga “Oye, me entiendes” y luego comenta sobre la situación en sí. cómo te molestaron, etc. Hazlo divertido. Recuerda, todos están aquí para pasar un buen rato.