El estoicismo fue una doctrina fundada en la antigua Grecia. Los antiguos filósofos eran grandes viajeros, por lo tanto, podemos suponer que hubo una especie de influencia del budismo sobre el estoicismo.
Por otro lado, en la antigua Roma en la época de Marco Aurelio todavía existía una religión politeísta, lo que significa que él creía en varios dioses. De hecho, el cristianismo aún no se había convertido en el culto oficial del Imperio, como lo será en la era del emperador Constantino.
Sin embargo, es cierto que entre las escuelas filosóficas occidentales, el estoicismo es el más cercano al budismo. Aunque creo que hay una diferencia principal entre las dos escuelas de pensamiento (estoy usando esta definición, ya que el estoicismo es una escuela filosófica, y el budismo una religión, ambos influyen en la mentalidad de sus practicantes).
El estoicismo apunta hacia la acción. En resumen, ser estoico es una especie de equilibrio entre un estado meditativo y un estado orientado a la acción. En otras palabras, según el pensamiento estoico, se suponía que debías ser útil para tus compañeros humanos. Además, la meditación que pretenden los estoicos es diferente del budismo.
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De hecho, las meditaciones estoicas no están ausentes de los pensamientos, sino todo lo contrario. Las meditaciones estoicas son pensamientos sobre la naturaleza de las cosas. El budismo por otro lado, va más allá. No solo a menudo conduce a la inacción, sino que es un estado mental meditativo, donde se requiere la ausencia de pensamientos.
No es que uno sea mejor que el otro, pero tanto el estoicismo como el budismo son herramientas poderosas para lograr la tranquilidad y la iluminación.