Me gusta pasear por placer.
Si me siento particularmente agitado, triste o frustrado, también es mi manera de calmarme y preguntarme la razón de tal estado.
No es fácil. Hago preguntas difíciles y he encontrado respuestas desagradables. He encontrado inseguridades acechando, patrones peligrosos disfrazados, falsas historias hechas por sí mismas que se hacen pasar por la realidad.
Tanto como caminar me ayuda a concentrarme, es la capacidad de reconocer y ser directo acerca de mis sentimientos lo que en última instancia me hace volver a casa tranquilo y sereno.
- ¿Qué es lo más importante de ti?
- ¿Cuáles son los pocos momentos excepcionales en tu vida?
- ¿Sigue vivo el dato en TNG?
- ¿Tomas la vida como un juego, como un desafío o como un campo de batalla?
- Cómo tener más que solo una percepción superficial de las cosas en mi vida.
Los sentimientos son como partículas sensibles que pueden reaccionar con fuerza e inesperadamente cuando se exponen a condiciones severas, como las cosas que percibimos o esperamos y la realidad (a menudo) diferente.
Cuando descubro qué son y de dónde vienen, soy libre de aceptarlos o dejarlos ir. Cuando me dirijo directamente sobre mis sentimientos hacia las personas que me rodean, están libres de adivinar todas mis intenciones y significados.
Ya estoy más feliz.