La consistencia se puede definir como la madurez en acción. Cuando una persona se desempeña de manera consistente, alcanzó un nivel óptimo de progresión o regresión. Un logro o fracaso constante denota que la persona ha alcanzado el impulso de éxito o fracaso. También muestra su madurez en alcanzar la esencia del rendimiento.
Antes de alcanzar la madurez en acción, uno debe obtener la madurez de la mente para un rendimiento óptimo. Uno debe aprender todas las complejidades de la acción para cambiar el ‘modus operandi’ según la situación.
El mundo exterior solo evalúa los resultados y nunca participa en la estrategia que uno lleva a cabo. Para un artista exitoso o consistente, hay un esfuerzo consciente y constante para el logro. Él podría haber identificado el canal de rendimiento a través de varios intentos fallidos. La improvisación continua ayuda a una persona a ganar el impulso para obtener los resultados deseados.
La consistencia para el éxito se puede desarrollar a partir de:
- ¿Qué puedo usar para recordarme trabajar hacia mis metas?
- ¿Cuál fue el mayor desafío que superaste?
- ¿Realmente lleva 21 días romper un hábito?
- ¿Qué haces cuando has arruinado completamente tu vida?
- Como mejorarte a ti mismo
- Experiencia
- Conocimiento profundo sobre el campo de acción.
- Listo para aceptar cambios
- Improvisaciones continuas
- Aprender de los fracasos
- Una actitud de nunca rendirse.
Más tarde se identifica el hilo del éxito consistente.
La consistencia del fracaso puede ser el resultado de:
Algunos factores ocultos que derrocan sus esfuerzos consistentemente, que pueden ser factores psicológicos como el miedo o la falta de enfoque o hábitos como la dilación. La identificación y eliminación de tales factores convierten su consistencia negativa en una consistencia positiva.