En la práctica, en los Estados Unidos, sería inconstitucional prohibir las predicciones políticas. Nuestra Declaración de Derechos garantiza nuestra libertad de expresión. Nuestra Constitución preserva la “libertad de prensa”. Así que tales predicciones son inevitables en los Estados Unidos.
Lo que sería más útil y beneficioso, sin embargo, sería la votación obligatoria. Si tuviéramos una votación obligatoria que aumentaría nuestra participación en las elecciones, no tendríamos constantemente estos resultados “chirriantes” donde un bando u otro gana o pierde por un mero puñado de votos. Si tuviéramos una participación saludable de nuestros votantes, obtendríamos mejores candidatos y mejores resultados electorales. Esto haría que el “daño” de los pronosticadores políticos sea irrelevante. Las personas como Nate Silver no serían relevantes, y sus predicciones y comentarios continuos no tendrían el mismo efecto de control sobre nuestras elecciones que tienen ahora, con casi el 50% de los votantes elegibles que participan.