No hay una respuesta sencilla para esto. La enfermedad y la muerte están en todas partes y cómo vemos nuestra propia vida da más respuestas a esta pregunta. Ejemplo, mi vida de ayer 10 de julio / 2017 está muerta. Tu ayer está muerto tanto como el de una persona con una enfermedad terminal.
No estoy seguro si mi próximo segundo será uno en esta tierra.
¿Eso hace que mi vida sea más o menos valiosa que una persona con una enfermedad terminal? por supuesto no.
No tengo ni idea de mi próximo minuto, ¿no?
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Dicho esto, si supiera que no estaré vivo mañana,
Habría invitado a mis hijos a cenar esta noche, me habría puesto mi mejor atuendo y habría llamado a todos mis amigos y parientes para que dijeran “Te quiero”. ¿Adivina qué? No sé si viviré mañana y haré exactamente lo que dije anteriormente. Vivir mi vida. Disfrutaré cada momento en la tierra y estaré agradecido por cada respiración que tomo.
Nadie tiene idea de la mortalidad. No tiene que tener el nombre de una enfermedad.
La vida es tan presente como la muerte.
Tratar con una muerte instantánea es más difícil para los demás, vivir con una enfermedad y seguir luchando por la vida es más difícil para una persona enferma. Mi respeto a todos los enfermos terminales y sus familiares. Como dije antes, es difícil de responder. Es una elección personal y también es una elección personal para vivir y no solo estar vivo.